En los últimos años, esta modalidad de autoconsumo energético ha evolucionado de forma significativa, aumentando su eficiencia, garantizando su producción durante 25 años y reduciendo considerablemente sus costes.
Tanto en instalaciones conectadas a la red eléctrica, como aisladas de la misma, la energía generada a partir de la captación de la energía solar es la fuente renovable más limpia, inagotable y práctica para generar electricidad para la gran mayoría de industrias.
Los kWh que genera la instalación no se consumen de la red eléctrica y, por lo tanto, no se deben abonar a la compañía eléctrica comercializadora.
Inversión en la instalación 100% amortizable contablemente.
Reducción y compensación de las emisiones de CO2. Reducción de la huella de carbono.
Reducción del término de potencia contratada y de posibles cobros por exceso de potencia. La potencia extra que aporta la instalación de autoconsumo permite reducir, en parte, el término de potencia contratada en los periodos diurnos y minimizar o eliminar los excesos de potencia.
En redes débiles, se evita contratar más potencia y elimina o minimiza la aportación de energía a través de un grupo electrógeno.
Posibilidad de Derivación de Cargas. La energía excedentaria se puede derivar para activar cargas, aportando un mayor ahorro energético (por ejemplo, calentar agua para procesos industriales o calefacción).
Reducir el importe de impuesto eléctrico. No se debe abonar el impuesto eléctrico sobre la reducción del consumo ni de la reducción de la potencia contratada y/o excesos de potencia.
Aumenta la competitividad y mejora la imagen de la empresa.
Posibilidad de carga de vehículos eléctricos de forma gratuita en horas diurnas.
¿Cómo es una instalación solar fotovoltaica?
Una instalación solar fotovoltaica está compuesta básicamente por tres elementos:
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Los paneles fotovoltaicos, formados por finas láminas de silicio. Cada lámina produce electricidad con la irradiación solar de forma natural y, por lo tanto, cuantos más paneles se instalan, más corriente se obtiene.
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Los inversores, equipos electrónicos encargados de transformar la corriente continua que producen los paneles en corriente alterna, para su vertido a la red de baja tensión, propiedad del cliente.
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El contador, en instalaciones con vertido de excedentes a la red, mide la corriente de salida que se compensará o se facturará.
Con una instalación solar fotovoltaica se obtiene electricidad de forma totalmente gratuita. Además, si hay excedentes, con su venta, unos ingresos extra.
Cada día hay más industriales que apuestan por incorporar la energía solar fotovoltaica para ganar rentabilidad y ser más competitivos. Descubra quienes ya han confiado en Innover y súmate al éxito.
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